domingo, 11 de diciembre de 2011

5 minutos...

Solo me han echo falta cinco minutos a tu lado para volver a engancharme a ti y tu forma de ser. Ahora necesito mas que nunca un poco de tu cariño, de ese que no me diste en su momento, ahora soy yo la que quiere tenerte cerca de mi, quiero poder abrazarte una y otra y otra vez. No se si sera la Navidad que nos pone sentimentales a todos o el simple echo de que nunca te e dejado de querer, pero ahora solo necesito un poquito de ti, necesito tus te quiero.

Quiero...

Quiero enamorarme de ti y que tu te enamores de mi. Quiero que pasemos los días peleando por cualquier tontería como qué salsa preferimos para las papas y luego en las noches nos reconciliemos como solo tú y yo sabemos. Quiero que esa sensación de calidez cuando estoy contigo no me abandone nunca. Quiero que las mariposas que hiciste que nacieran en mi vientre, se queden ahí por siempre. Quiero que cuando me beses no te canses nunca de hacerlo. Quiero que me hagas enfadar cuando te apartas muy rápido de mi. Quiero que enciendas todo mi cuerpo con tan solo rozarme, como siempre lo has hecho. Quiero que cuando no estemos juntos, estemos pensando el uno en el otro. Quiero que seas mío eternamente pero también quiero que tengas una vida aparte de mi. Quiero que algún sábado o algunos días de la semana salgas con tus amigos a hacer cosa de ''chicos'' pero siempre teniéndome presente. Quiero que cuando salgamos por la noche, te de celos que los demás me miren de esa forma. Quiero que le hagas entender a los demás que soy tuya. Quiero que seas capaz de frenar a todas las golfas de turno por el simple hecho de que me quieres. ¿Y sabes qué es lo que más quiero? A TÍ, te quiero a ti sobre todas las cosas que he dicho, quiero tu sonrisa, quiero tus ojos, adoro tus palabras, te adoro a ti sobre todos los demás. Tú, eso es lo que quiero en mi vida ahora y siempre.

No eramos eternos...

Comencé a caminar despacio, apenas podía respirar. Quise girar mi cabeza, sólo para guardarme su último recuerdo, pero el orgullo pudo conmigo. Siempre igual. Algo dentro de mí quería gritar cuánto lo iba a extrañar, pero hice lo posible para callar mi voz. No quería atormentar aún más su sufrimiento, yo sabía que él me extrañaría más. Comencé a apresurarme entonces, temí que viniera tras mis pasos. Sé que nunca pudo entender que las despedidas son parte de los encuentros. Quise mirar la hora, pensé que los minutos no habían pasado. Y me dí cuenta que nunca uso reloj. El seguía allí parado, viéndome partir. Pude sentir su presencia, inmóvil a dos metros de mí. Seguí caminando, inerte. Cerré mis ojos por un instante, y un mundo de recuerdos pasó por mi mente. Su voz, su sonrisa, nuestros besos. Siempre supe que no sería eterno. Pero él no aceptaría el final. Proseguí mi camino como pude. Y después de un largo rato me di cuenta que había comenzado a lloviznar. Miré al cielo y deje caer algunas gotas sobre mi cara intentando limpiar mi mente de recuerdos. Algo posible sólo por unos segundos. Y pensé en voz alta, la frase que él siempre decía: Somos magia amor, un instante de ilusión que durará para siempre. Y no pude evitar sonreír. Ya había caminado lo suficiente. Había dejado de sentir su presencia. Había pasado el tiempo, anochecía. Hubiera vuelto corriendo a buscar un último beso, pero ya era tarde y nuestros caminos, opuestos. Y él ya no estaba allí. Había aceptado que no éramos eternos.

No puede con mas...

Voy a cuidar de él hasta que no necesite más de mis cuidados, hasta que deje de ser gris para convertirse en rojo pasión, hasta que no necesite de las tiritas para evitar las emorragias de sus heridas ni las vendas para que siga latiendo sin miedo a volver a fracturarse. Voy a darle sobredosis de alegrías y de felicidad, que él también se lo merece y alguna que otra pequeña motivación que le mantenga en costante vitalidad. Voy a darle también pequeñas inyecciones de ternura, pero no muchas, no vaya ser que acabe por malacostumbrarse e incluso voy a regalarle de vez en cuando algún que otro capricho para que también él disfrute. Voy a protegerlo a capa y espada, de ladrones, mentirosos, impostores y pirañas. Voy a darle vacaciones al menos una vez al año para que respire otros aires y si es necesario, voy a tenerlo en constante distracción para que no se desvíe del buen camino...y es que mi pobre corazón, no puede con más mentiras.

Mnieves Cantos.

Por que todo sueño tiene su final...

Aun recuerdo ese día con nostalgia en el que soñé que te encontraría, volveríamos a ser los amigos de antes, seriamos más felices que una perdiz, viajaríamos a la Luna y todas esas promesas que dijimos que cumpliríamos. Como todo sueño tiene su final, no volvimos a ser los amigos de antes, no viajaremos a la Luna, no te volví a encontrar cerca de mi... Pero jamás me rendiré hasta lograr lo que me propuse. Jamás al saber que tu estarás como recompensa.

Irene Mancebo

jueves, 8 de diciembre de 2011

Y no puedo hacer otra cosa...

Hay veces que me pongo a pensar y digo: Voy a mandarlo todo a la mierda, voy a olvidarme del pasado y voy a ser feliz. Pero esa sensación de fingida felicidad no dura nada, porque siempre hay algo que me hace volver atrás y recordar todo lo bueno, todos esos días en los que parecía estar sobre una nube, todas esas sonrisas limpias y sinceras, toda esa felicidad...Y entonces el mismo sentimiento de siempre nubla mi mente e incapacita a la razón. Y no puedo hacer otra cosa que no sea pensar en él.

Claudia Núñez [staywithmeonemoretime.blogspot.com/]

Abres la ventana...

Abres la ventana y ves el mundo bajo ti, puedes inhalar ese fresco que entra, y lo único que te dan ganas es de salir a ser feliz, a ver gente feliz. Porque, al fin y al cabo que es lo que quieres en la vida? Cual es tu objetivo? ser feliz.
Te dedicas una vez mas a concentrarte en tu alrededor, y es entonces cuando ves los pequeños detalles.
Cuando ves a un señor encorbado con prisas y que se para para dar una pequeña aportación a aquel mendido de mas alli. Ves como salen dos niñas del colegio sin paraguas, completamente mojadas, y a decir verdad nerviosas, pero que no pierden la sonrisa. Ves a una pareja de dos enamorados como comparten el paraguas, a una niña pequeña de la mano de su abuelo. Puede que los días lluviosos no siempre nos gusten, y yo como una tonta he abierto la ventana, pero a veces escapar de la lluvia no es la mejor solución porque si no vas abrigado te acabas mojando de todas formas. Porque todavía si pongo atención, puedo dislumbrar los rayos de sol que aparecen por el este, y si pongo mas aún, veo a las dos amigas bailando bajo la lluvia, porque la niña pequeña se ha puesto a saltar en todos los charcos, y a su abuelo se le sale la sonrisa de la boca. Ves como se ha parado aquellos dos locos enamorados, y ahora se dan un beso.
Porque si te fijas en los pequeños detalles el mundo deja de ser menos malo por un momento, es solo cuestión de lavarse bien la cara y empezar a observar. Que la lluvia no es constante y que dentro de poco saldrá el sol, que después de lo malo siempre viene lo bueno... Y que todos dejamos de ser menos malos.

Patricial Pascual.