domingo, 27 de noviembre de 2011

No te olvides...

No te olvides de mi nombre, ni de todas mis miradas, ni los besos compartidos, ni las alegrías alquiladas. No te olvides como te compraba las sonrisas con el préstamo que tanto te costaba darme y que tenía más intereses de los que yo podía darte, ni de mis mil lágrimas derramadas y escondidas después en cajas de porcelana tan frágiles que simulaban a la perfección mi cuerpo cuando sentía el roze de tus dedos. No te olvides de mi cama y mucho menos de mis sábanas que eran el refugio ideal para los meses de diciembre de frío infernal, ni de los lunares de mi espalda que tanto te gustaba acariciar. No te olvides de mis ojos dispuestos siempre a disimular, ni mi corazón apedreado por tantas mentiras que tube que escuchar. No te olvides de todos mis te quieros que superan el límite de cientos no como los tuyos que con los dedos de la mano yo los cuento, ni de las fotos que ahora conmemoran los buenos actores que éstabamos echos en aquel momento...

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